Violencia masculina y psicoterapia
Cuando leemos o escuchamos el concepto de “hombre violento” nos predisponemos negativamente en forma automática, activando una respuesta afectiva, muchas veces intensa, de rechazo. Nos vienen a la mente imágenes de agresiones y actitudes abusivas.
Efectivamente hay una conducta transgresora, que puede causar un daño profundo, que requiere ser detenida y sancionada.
Sin embargo, al tratarse de una familia o pareja el contexto donde se despliega la conducta violenta, requiere que la mirada pueda ampliarse y tener una profundidad y flexibilidad mayor.
La persona que agrede, muchas veces, también tiene un vínculo afectivo con quienes son agredidos y tiene un rol importante en la vida de los otros miembros de la familia. Es también habitual que la pareja en que se presenta violencia quiera detener estos episodios, pero no tenga intención de separarse por motivos afectivos, económicos ó familiares.
Por tanto, cuando una persona solicita ayuda o manifiesta su intención de poder detener y cambiar sus conductas violentas, nos hace reflexionar en torno a la manera más adecuada de ayudar tanto al consultante como a su entorno familiar.
Esta mirada más amplia, implica que intentemos COMPRENDER cual es el sentido y qué función tiene esa conducta para quien la ejerce. ¿Cómo se llega a agredir a alguien que uno quiere? ¿Qué logramos y qué evitamos al desplegar este tipo de acciones? ¿Qué siente una persona cuando constata las acciones que ha realizado?
Comprender permite compartir con otro la experiencia subjetiva e íntima (y muchas veces dolorosa) de sentirse “un hombre violento”, y no ser juzgado por ello, generando una relación en la que es posible reflexionar y expresar en torno a estas conductas.
Comprender es intentar que la persona pueda verse en un contexto histórico, a lo largo de la vida, identificando experiencias que han dejado una huella y frente a las cuales tuvo que desarrollar defensas. Defensas que suelen estar vinculadas con las acciones de controlar, imponer, prohibir o avasallar al otro, como forma de sentir que se maneja la relación y que “se es respetado”.
A partir de una comprensión histórica podemos entender que uno no esta determinado por el pasado sino que se tiene la capacidad y flexibilidad para desarrollar actitudes nuevas, más cuidadosas y protectoras, cuando el contexto lo permite y favorece, pudiendo hacernos cargo de nuestras conductas presentes, liberándolas de sus condicionamientos del pasado.
Comprender permite verse uno mismo, con mas honestidad, pero también con más cariño y respeto. Y a partir de este respeto y afecto propio, iniciar un camino de reconocer y valorar las necesidades y derechos de los demás.
Cuando tenemos una conducta violenta, reflejamos que no hemos podido tomar contacto con los sentimientos y necesidades del otro, sino que los vemos en forma autoreferente: el otro es alguien que nos hace o provoca algo. Esta mirada instrumental y deshumanizada del otro, tiene que ver con habernos sentido instrumentalizados y no reconocidos por personas significativas a lo largo de nuestra vida, lo que fue estableciendo un estilo de entender las relaciones.
Cuando un hombre que ha ejercido violencia inicia un proceso de reconocimiento y valoración de los propios sentimientos, comienza a vivir una experiencia reparadora de la relación consigo mismo. Esto lo predispone positivamente y facilita el proceso de reparar las relaciones interpersonales. Humaniza los vínculos que ha dañado y aprende que es posible mirarse a sí mismo sin dejar de mirar al otro. Y en la medida que es capaz de mirar y tomar contacto con las necesidades del otro, es cada vez mas difícil que pueda causarle daño como antes lo hacía.
Andrés Farfán
Psicólogo Clínico
Centro Clínico y de Investigación
Fundación Templanza
Temas
Alternativas de Atención
- Psicoterapia individual a adultas/os, adolescentes, niñas y niños
- Atención Psiquiátrica
- Terapia Familiar
- Terapia de Pareja
- Terapia de Grupo
- Psicoterapia Reparatoria a personas víctimas de violencia
- Terapia de Revinculación
- Psicoterapia a Hombres que ejercen violencia
- Pericias Psicológicas forenses
- Evaluación de Habilidades Parentales
- Psicodiagnóstico