¿Qué se entiende por violencia de género?



Durante años en la sociedad chilena el foco de atención ha estado puesto en la violencia que existe contra la mujer. Si bien es cierto que un gran porcentaje de la violencia que se ejerce en nuestro país es hacia el sexo femenino, al hablar de violencia de género no alude sólo a las agresiones contra la mujer, por lo mismos cabe preguntarse y esclarecer hacia donde apuntan estos conceptos. Al parecer no existe en la actualidad un abordaje sociopolítico que permita preguntarse y comprender socialmente lo que es la violencia de género. Pareciera ser que en la sociedad, la violencia sólo se reduce y se traduce en las agresiones físicas o psicológicas que ejerce el hombre hacia la mujer y no se piensa que el hombre y los niños también son víctimas de ésta, ya que, son grupos que también forman parte de la socialización de la violencia.
Asimismo, los abordajes existentes acudieron en primer momento a lo que se lograba visualizar sobre el fenómeno de la violencia, es decir, a la realidad y necesidades concretas que mostraba la sociedad, en este sentido el abordaje tanto social como político de la violencia, ha estado enfocado primordialmente en lo afectada y agredida que resulta la mujer en relaciones basadas en violencia, donde predomina el abuso de poder. Como resultado de esto, se ha abarcado el género de una manera poco compleja, lo que no permite pensar en otras modalidades de violencia de género.
Para entender la perspectiva de género, es preciso explicitar que se entiende como género. Se comprende como género, aquellas características culturales que establecen las conductas consideradas propias de lo femenino y lo masculino, y de las relaciones entre ambos; relación que está caracterizada por la subordinación de un género sobre otro, generalmente por la supremacía de lo masculino sobre lo femenino, de esta manera, la idea de hablar de género y no de sexo, permite decir que cada persona tiene su propia identidad, más allá de las características biológicas que posee cada uno, siendo el género la manera en la que se ejerce la sexualidad abriendo la posibilidad de variantes sexuales.
Respecto a esto, es relevante cuestionar de qué manera el modelo patriarcal y la cultura son agentes responsables de que esto ocurra. Pensar respecto al género inmediatamente nos lleva a pensar en cómo, a partir de una construcción social, se entiende lo que es ser hombres y ser mujer, donde se subjetiviza socialmente el género respecto al rol que desempeña cada uno socialmente y las expectativas que se tienen sobre éstos, y el hecho de alejarse de ese lugar o pensar de manera distinta es cuestionado he incluso en ocasiones, llega a ser un motivo de discriminación al no querer formar parte de este modelo, da la sensación de que culturalmente estuviera prohibido querer ser, actuar o pensar de manera distinta. En este sentido la violencia de género, se explica en gran medida por la desigualdad y el modo en que se relacionan hombres y mujeres. En varias culturas el modelo patriarcal sustenta la idea de que el hombre por su naturaleza debe ejercer un poder y un control sobre la mujer, modelo que ha perdurado con el tiempo y que lamentablemente ha naturalizado la violencia existente en la sociedad. Varios piensan que este modelo ya no existe, que se presentaba más bien en culturas más antiguas, pero basta ver la significativa violencia que existe en nuestro país para darse cuenta que el modelo sigue ejerciendo de la misma manera, lo que no se ha logrado percibir totalmente, porque justamente se ha normalizado como una forma de relación. Actualmente se sigue pensando desde la lógica de que el hombre tiene que ser de una forma que se ha establecido hace años, lo que lamentablemente permite que la violencia siga creciendo y validándose tanto en nuestro país como a nivel mundial.
El que el hombre se permita pensar subjetivamente lo que para él es ser hombre o de qué manera significar y simbolizar lo masculino más allá de su sexo, pareciera no estar permitido en la sociedad, como algo que se escapara a la regla, a lo común, de alguna manera es como que se le exigiera al hombre y se le digiera cómo tiene que ser y que es lo correcto de su género. Al no permitir pensar en otras masculinidades, inmediatamente pasa a ser un acto de violencia hacia el hombre y no se considera que justamente al darle espacio y lugar, podría cambiar el modo de pensar y la actitud de la sociedad respecto a la violencia, lo que permitiría pensar lo femenino y lo masculino desde otra lógica. Siguiendo la misma línea, el violar los derechos de los hombres, y al ser discriminados en distintas situaciones, como por ejemplo, el no aceptar socialmente a los homosexuales es también una manera de ejercer violencia contra este género. En este sentido, se puede pensar que la violencia y la agresión hacia los homosexuales especialmente a los gay, es un modo que asegura que los hombres actúen como “verdaderos” hombres, y que exista una marcada diferencia sexual entre hombres y mujeres, así como también, entre hombres y homosexuales. De esta manera se mantiene el sistema de la dominación de los hombres sobre las mujeres lo que a la vez perpetúa la violencia género. Por otra parte también se debe tener en cuenta que aunque sea un porcentaje menor, existen mujeres que ejercen violencia contra los hombres o contra los niños y si bien es un hecho que se conoce no se logra visibilizar.
Respecto de la violencia hacia los niños, es importante señalar, que éstos sufren de maltratos físicos, psicológicos e incluso de abuso sexual, ya sea dentro de las dinámicas familiares o en diferentes contextos en que se relacionan con adultos, esto sin duda, que son actos violentos y que por lo visto socialmente no siempre se incluyen dentro de la concepción de violencia de género. En la violencia que reciben los niños también existe una desigualdad y abuso de poder entre los géneros, sobre todo cuando los niños son víctimas de abusos y agresiones sexuales. En el caso de las mujeres, producto de la socialización de la violencia, éstas pasan a ocupar de forma inmediata el lugar de víctimas, ya que, socialmente se ha instalado y se ha naturalizado la idea de que la mujer, por el hecho de ser mujer es la que debe recibir violencia.
Por otro lado, los niños también pueden estar expuestos indirectamente en contextos de violencia, como por ejemplo cuando tienen que presenciar el maltrato o las agresiones entre los padres. Al estar expuestos ya sea directa o indirectamente desde una edad temprana, afecta en su crecimiento y en su desarrollo emocional, así como también en las posteriores relaciones que establezcan. Esta situación permite comprender y explicar que varios de los hombres que fueron víctimas de violencia en su infancia, después se transformen en personas que ejercen violencia sobre otros, donde pasan del rol de víctima al rol de victimario, frente a esto resulta preocupante que la sociedad no intervenga o no se manifieste.
Con respecto a los distintos tipos de violencia que reciben hombres, mujeres y niños, es importante señalar, que hay bastante que reparar en ellos, sobre todo en hombres, que como ya se mencionó usan la violencia para relacionarse, por lo mismo una buena iniciativa sería que el Estado e instituciones, tanto públicas como privadas que hasta el momento se han hecho cargo de esta problemática, establezcan un modelo con distintos niveles de intervención, en el cual se integren diversas políticas públicas, siendo éstas estables en el tiempo y que apunten a la detención de la violencia de género. Sin duda, es importante que estos sujetos, puedan trabajar sus experiencias traumáticas, y puedan reparar de alguna manera todo el dolor y el daño causados en ellos.
Finalmente se debe tener presente que debido a la socialización que ha existido de la violencia desde un abordaje sociopolítico que no logra abarcar el género a cabalidad, es necesario como sociedad cambiar este abordaje que permita pensar la violencia de género tomando en cuenta a todos los sujetos involucrados en los diferentes modos de relación donde se manifiesta la violencia, ya que, como se mencionó, el fenómeno de la violencia es algo que existe en todos los grupos etarios y en diferentes contextos, donde se debe considerar las premisas que existen respecto al género y los modos de establecer relaciones entre hombres y mujeres a nivel cultural.

Francisca Reyes

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